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Recuerdos de Estudios En Addobo (III): Er Betix Relopera, mis 15 minutos de fama

Llevo casi un año queriendo acabar la historia de Estudios en Addobo, la semilla de lo que luego fue The Flying Cortijo, y por fin he encontrado un hueco (y también que se me había olvidado completamente). Así que para cerrar este capítulo os voy a contar la historia de un éxito sin precedentes e irrepetible: el video de Er Betix Relopera.

Pero antes de hablar de tal mítico vídeo retrocedamos un poco en el tiempo cuando, después de varios proyectos incompletos de juegos, quise cambiarme a la realización de videos. Ya había pasado por la Escuela de Arte y allí aprendí el manejo del Adobe Premiere (el 6.5 si mal no recuerdo) mientras que por mi cuenta, en plan autodidacta, me había puesto a aprender After Effects.

Chess Fighters

Después de varias pruebas y tutoriales quería hacer ya un video corto para aplicar lo que había aprendido pero no tenía una cámara de video como tal, como mucho poseía una cámara de fotos digital (de las primeras que salieron) que grababa también video con una resolución, nada más y nada menos, de 640×480. Eso no llega ni a cuarto y mitad de «K». La oportunidad de hacer algo decente y que no diera vergüenza enseñar me llegó cuando cursaba Producción de Artes Gráficas (como ya he contado en otros capítulos de esta serie) y nos fuimos de excursión a Granada para visitar la fábrica que Torraspapel tenía en Genil. Para aprovechar el día, la escuela nos llevó al Museo de las Ciencias de la capital nazarí donde había un ajedrez gigante… y entonces ocurrió la fantasía:

Mi compañeros de clase, los señores Pablo y Ángel (un saludo a ambos que sé que NO están leyendo esto), se pusieron a jugar pero pronto salió la sangre latina y se liaron a hostias. Ya sin editar el video tenía su gracia pero como tenía el gusanillo dentro le dí una vuelta de tuerca. Otra compañera de clase, doña Merchi, nos había realizado unas estupendas caricaturas de todos para incluirlas en una publicación que hicimos en el curso (que la llegamos a imprimir nosotros mismos en las máquinas de offset que poseía la escuela), las cuales me agencié para hacer un hipotético plantel de luchadores que se enfrentarían en un torneo donde la inteligencia y la fuerza serían utilizadas a partes iguales.

A todos los compañeros les encantó y esa buena acogida me hizo animarme a seguir tirando por la vertiente audiovisual. Ya tenía el gusanillo metido en el cuerpo y quería hacer otro video cuanto antes…

Er Betix Relopera

Si si, ya voy a contar la historia del video de Lopera, pero antes tenía que poneros en situación. Pues como iba diciendo seguí haciendo videos en plan personal o de coña para amigos, nada reseñable y que no salía del ámbito de la broma interna. Pero mira por donde que allá por el 2005 al Real Betis Balompié se le ocurre ganar su segunda Copa del Rey.

Yo nunca he sido futbolero, cosa que en la ciudad de Sevilla es casi pecado capital y motivo de destierro, pero tuve que aprender para tener tema de conversación con la gente del instituto. Menos mal que a partir de 3º de BUP encontré a gente que le gustaba otras cosas como los videojuegos, el cine o los comics. Resumiendo, que me la soplaba bastante si ganaba el Sevilla FC o el Real Betis porque yo venía de una generación donde los dos equipos solo sabían dar pena.

Aun así siempre he tenido amigos futboleros y por motivo de aquella gran temporada verdiblanca (no sólo fue la victoria en copa si no que también se clasificaron para la Liga de Campeones por primera vez en su historia) les realicé un video parodiando uno de los momentos más ridículos a mi parecer de una las sagas que más tirria le he tenido por su inexplicable éxito: The Matrix.

Cuando vimos la segunda peli de la trilogía, la escena del discurso de plantilla de Word y el posterior refriegue de postapocalípticos macizorros me pareció bastante absurda (aunque nada superaba en absurdez la charla de Jonny Mnemonic Neo con el Arquitecto). Me acordé de ella y del famoso discurso de Lopera del 1992, cuando el Real Betis estuvo apunto de desaparecer por la ley de las Sociedades Anónimas Deportivas. Y la fantasía surgió sola…

Recuerdo haber ripeado la escena del DVD original de mi amigo el Señor Macías (un no tan habitual de los podcast de Isocefalia) usando el DVD Shrink, pero vamos, que ya no me acuerdo ni qué interfaz tenía el programa. Creo que usé el Premier Pro, el primero que abandonaba la numeración clásica con el renombramiento de la suite de Adobe a la denominación CS. Para las letras del principio en cambio usé el After Effects que era más cómodo para trabajar con «motion graphics».

El fenómeno viral

Al principio el video sólo se lo pasé al Señor Hekills (otro si habitual de los podcast) que por entonces estaba en la universidad estudiando informática. Como gran sufridor bético le encantó y empezó a compartilo por el centro del cálculo de la facultad (donde estaban todos los ordenadores) y corrió como la pólvora, pasando de uno a otro por medio de primitivos USB. Pero el verdadero bum fue cuando el Señor Macías lo subió a El Rellano, la mítica página web de humor que por aquella época era un referente, y lo subió él porque yo todavía no tenía internet (es lo que tiene ser pobre) por entonces.

A partir de ahí aquello explotó. Familias y colegas que sabían que yo hacía cosas con el nombre de Estudios en Addobo me empezaron a llamar, incluso los que estudiaban en el extranjero, diciéndome que habían visto el video por la tele, en foros o incluso otras webs de humor. Los éxitos del club ayudaron a su difusión y popularidad, incluso empezaron a salir listos que quitaban el principio del video donde aparecían las letras para poner sus propios logos, quedando obviamente como el culo porque se veía el parcheado desde lejos. Fue tal el éxito que El Rellano lo incluyó en el especial de su 10º Aniversario como uno de los videos más populares de la página.

Ya pasado un tiempo cuando tuve internet y YouTube estaba en pañales lo subí a una cuenta (de la cual ni recuerdo el correo que usé, creo que de Yahoo, ni mucho menos la contraseña) me creé un canal pero, salvo el siguiente video que voy a comentar, lo acabé abandonando para poner en marcha The Flying Cortijo. Nunca llegué a poner mi nombre, ni alguna reseña que me adjudicase la autoría (salvo lo de Estudios en Addobo), ya que desde el principio era un mero entretenimiento, un regalo para un colega para echar unas risas y poco más que pasar un rato divertido. Hoy en día cuando lo cuento hay gente que no se lo cree, y tiene todo el derecho del mundo a dudar, pero la gente más cercana si que lo sabe y les encantó con lo que es más que suficiente para mí.

Humor Amarillo – La Película

Antes de irme no quisiera olvidarme de comentaros el último video del que estoy muy orgulloso. Esté si que es verdad que intenté repetir el éxito del video de Lopera, pero me comí un mojón bien grande. A pesar de todo me encató el acabado aunque pagué la novatada en el apartado de difusión y darlo a conocer.

Los más puretas seguro que recordarán el programa de Humor Amarillo que emitió Telecinco allá por sus inicios en los 90. En realidad era el concurso japonés de Takehis’s Castle del gran Takeshi Kitano, pero por aquellos tiempos éramos unos ignorantes que sabíamos nada de eso. Solo que eran chinos japoneses dándose de hostias y nos partíamos con las paridas que hacían los comentaristas.

Pues por el 2006 la cadena Cuatro recuperó el programa y el formato con que se emitía en España, es decir, inventarse todo con unos comentaristas que soltaran chascarrillos. La pega es que los comentaristas originales no estaban y creo recordar que las grabaciones también originales se habían perdido. Resumiendo se iba a hacer de nuevo con nuevos comentaristas. Es verdad que al principio eran espantosos, muy saboríos y sin mucha gracia. Pero con el paso del tiempo los nuevos locutores se fueron soltando y descorsetando de la losa de lo grande que fueron los anteriores y consiguieron darle su propio sello con sus coñas de cosecha propia.

La cuestión es que pusieron un correo de contacto para que la gente les escribiese y a mi se ocurrió hacer el trailer de una hipotética película épica sobre Humor Amarillo. Además por entonces había descubierto los grupos que se habían especializado en músicas para trailers (Inmmediate Music, Two Step From Hell, Audiomachine, por poner unos ejemplos) y no dudé en usar una para ponerla de fondo. Le metí todos los clichés: las frases típicas de «In a world…», el ritmo pausado al principio y luego subir a lo bestia o meter logos de productoras tochas, como la de Jerry Bruckheimer o la de la Toho.

Pero al final nada. No sé si no llegó el correo o no les gustó como quedó pero nunca lo llegaron a emitir en la parte donde comentaban los correos. Que se le va a hacer, mis 15 minutos de fama ya los consumí con el video de Er Betix Relopera XD.

No os entretengo más que tendreís cosas que hacer. Gracias por llegar hasta el final de este tocho.