Después de dos años siendo aplazado por culpa de la pandemia, el pasado 14 de mayo se pudo celebrar el IV Encuentro Escolar de RinGol. Y continuando con mi compromiso de colaboración con la el proyecto me encargué de todo el apartado de diseño y cartelería.
Aun siendo un voluntariado no quita que uno no se lo tome en serio. Es cierto que la presión en comparación con un trabajo remunerado, de un cliente que puede que determiner si comes o no ese mes, no es la misma pero ello no quita que el acabado deba ser lo más profesional posible.
Respecto al diseño o la imagen de la edición anterior, que todavía estaba supeditada a un continuismo, en la de este año pude convercer a los chicos del RinGol de intetar algo un poco distinto. Es verdad que no pude erradicar ese horror vacui pero a cambio conseguí que se eleminaran del cartel los treinta y tantos escudos de los colegios que recargaban y ofuscaban el diseño dejando solamente los nombres, lo que mejoró mucho el conjunto.
Centrándome ya en el diseño, buscaba algo que remarcase el caracter escolar del evento además del claramente deportivo. Así que después de darle vueltas al coco se me vino a la idea de una pizarra ¿hay algo más icónico en la enseñanza que la pizarra donde el profesor explica la lección?. Además en muchos deportes, sobre todo los de equipo, el normal explicar las jugadas o las tácticas sobre una pizarra. Ya tenía «el tema» del encuentro, ahora tenía que ser capaz de llevarlo a la realidad.
Por una cuestión generacional todavía tengo relacionadas las pizarras de los colegios con esas clásicas de color oscuro (de roca de pizarra obviamente) y donde se escribía con tizas, pero los tiempos cambian y hoy se utilizan las pizarras blancas plásticas y se escribe con rotuladores. Así que diseñé el cartel como dichas pizarras blancas y donde, con trazos de rotuladores de colores del logo del RinGol, se han ido apuntando toda la información sobre el evento. Además de utlizar los típicos como los imanes o post-its para aquellos elementos que eran imposibles de reprensar a mano alzada como eran los logos de colaboradores o patrocinadores.
Ya una vez dado con la clave de qué queríamos transmitir fue fácil hacer el resto de elementos de diseño del evento, desde el dossier de patrocinio, hasta el photocall pasando por las promos en redes sociales o los diversos carteles informativos que se dispondrían por las instalaciones donde jugaban los partidos.
Ha sido un trabajo largo y laborioso pero ha merecido la pena por el posterior feedback de los asistentes que han remarcado la excelente organización en todos los aspectos, incluido el diseño, y sobre el poder contribuir a que tantos chavales que se lo pasaran en grande jugando todo el día al Ringol.